martes, 30 de septiembre de 2014

Back Mirror cap.1 T.2




Por segunda vez me ha tocado ver el capítulo de Black Mirror, en concreto el primero de la segunda temporada, y como siempre me suele pasar con este tipo de temática se me plantea un dilema del que me doy cuenta solo al finalizar…

Cuando vi por primera vez la película “El show de Truman” de Jim Carrey, experimenté lo que critica la película, ganas de saber más sobre el personaje en cuanto desaparece de la pantalla. Es casi como algo incontrolable, ¿a dónde se va? ¿se queda con la chica? y sólo en ese momento me doy cuenta de que sería una consumidora de ese programa igual que la gente que lo ha visto. Entonces, ¿puedo juzgarlos?

Con este capítulo me ocurrió algo parecido, se enfrentaba a mi una critica feroz de un sistema de consumismo exacerbado y corrupto que solo se dedica a crear una realidad en la que el que consume es consumido. Es cierto que lleva al extremo la esclavitud de la tecnocracia, pero no es menos cierto que dejamos de charlar con nuestra pareja/amigo/familia si tenemos el móvil a mano.

Me pregunto qué pasaría si saliéramos todos del sistema, si el motor que mantiene este tipo de shows dejara de moverse, ¿se fracturaría? ¿Se convertiría en un show en sí mismo? Quizá ya tenga la suficiente fuerza como para no necesitarnos.

En este episodio, la manera de seguir en escena, de poder continuar es seguir alimentando la máquina que los mantiene cautivos. De hecho hay un momento en el que se intuye que hay algo más, que todos vienen de otro lugar. ¿Es entonces voluntario estar allí? Puede que como nosotros, decidan pertenecer a un sistema que alimenta a la gran bestia, o puede que no, que nadie tenga opción.

Entonces, ¿es bueno consumir, pertenecer, estar? En una conferencia de TED de Ken Robinson, alegó a la “ecología humana” de Al Gore, como una nueva concepción de lo que somos y lo que debemos ser. Yo lo extraigo y me pregunto  ¿en qué queremos participar? La televisión, las nuevas comunicaciones, la tecnología, la vida que nos rodea, todo está investido de herramientas que nos hacen la vida más fácil y cómoda, pero es esto cierto o es lo que han querido que pensemos…

Quizá si ves el capítulo no dejes de ver tu móvil a cada hora, ni seas capaz de no compartir cuán maravilloso te ha salido el examen de hoy o por qué estas enfadada con el mundo, pero sí que te valdrá para reflexionar sobre lo que consumes, lo que quieres en tu vida y sobre todo, qué precio pagas por ello.

@lovetobabi

lunes, 22 de septiembre de 2014

ANDREA PLAZA EN BLACK MIRROR

Impactante fue ver lo que nos propuso @sergiotic en la sesión del martes pasado.

Un capítulo de la serie Black Mirror de la BBC en el que se tratan temas tan actuales como las redes sociales o la televisión y los shows.

Lo primero que nos muestra es a un hombre tumbado en su cama, rodeado de un paisaje campestre. A primera vista puede parecer algo normal, pero para nada… Vive rodeado de numerosas pantallas de televisión conectadas que les separan de la realidad, lo que es real. Pero… ¿qué es real para este joven?

Vive en una rutina continua en la que tiene una serie de créditos que se van gastando a medida que va realizando actividades, comer, lavarse los dientes, quitar anuncios… y esto último es lo más importante, porque constantemente le aparecen anuncios pornos, esa publicidad que quieren que veamos sí o sí y que aparece en todos los canales de hoy en día, es la metáfora en la serie, tienes que verla o perderás créditos.

Me llama mucho la atención que en el capítulo los personajes que aparecen a penas se relacionan o mantienen una comunicación fluida. No son capaces ni de mantener la típica conversación de ascensor sobre el tiempo que hace hoy ¿Nos estamos acercando a eso? Hoy en día ya no llamas para preguntar qué tal le va a tu amigo o para felicitarle, ahora solo le mandas un whatsApp… las palabras disminuyen y con ellas el poder del lenguaje oral, del discurso. Pero hay esperanza. Hay esperanza en el discurso que produce el protagonista de forma voluntaria para reivindicar lo que le está pasando.

Él quiere volver a lo real, quiere que algo real le pase. Quiere salir del mirror para poder elegir qué ropa ponerse, ser honesto… cosas que parecen sencillas y que no valoramos lo suficiente. Simplemente oír cantar a un desconocido puede llegar a ser algo maravilloso o un simple pingüino de papel puede albergar esperanzas de luchar por aquello que más se desea, puede significar la vida.


Hoy en día, podemos decir que nos  parecemos un poco a lo que está pasando dentro del mirror en esta serie. En la universidad, tenemos que estudiar, hacer trabajos, esforzarnos (montar en bici) para conseguir un determinado número de créditos para así poder obtener lo que queremos, graduarnos (salir del mirror). Llega un punto en el que la autenticidad es un bien escaso en un mundo en el que todo está gamificado…
















@Andrea_Conekix