miércoles, 1 de octubre de 2014

BLACK MIRROR



El episodio de Black Mirror que visualizamos en el aula nos cuenta la historia situada dentro de un fututo lejano (o no tanto). A lo largo de este capítulo vemos como todos son partícipes de una sociedad informatizada y completamente tecnológica, quizás una realidad que algún día vivamos.

Uno de los aspectos del episodio que más me ha llamado la atención ha sido  cómo a pesar de encontrarse dentro de una realidad paralela y completamente automatizada y tecnológica, se da una pequeña historia de amor como las de siempre. Hablamos de un amor inocente e incondicional en un mundo en el que las personas apenas mantienen contacto físico unos con otros. Un aspecto que hace que cada vez más consideremos la idea de que algo así pueda llegar a ser real algún día.

Por otro lado  hacen una fuerte crítica a los reality shows y a la dinámica que estos presentan. Este tipo de programas, tal y como lo presentan en este capítulo, atentan profundamente a la salud social ya que no le aporta nada al espectador, no enseña ni informa, ya que solamente de dedica a alimentar y excitar la curiosidad por el morbo del que lo observa, considerando al espectador como un mero cliente que engrosa audiencia.

Del mismo modo me gustaría comentar la estética televisiva a la que están expuestos ya que podríamos decir que los Reality Shows cada vez tienen menos de real. Se mueven en una dinámica en la que tanto los concursantes como el jurado dejan de ser ellos mismos y empiezan a actuar según una pauta, un rol, un papel que tienen que desempeñar.


También cabe destacar la crítica al ser humano, cómo las personas se dejan llevar y participar en un tipo de sociedad tan “fake” mostrando claramente su naturaleza egoísta, como pasaba con nuestro protagonista, que a pesar de haber sufrido hasta el punto de intentar suicidarse en público al final acaba cediendo frente a una sociedad en la que no creía pero gracias a la cual vivía mejor. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario